Una de las frutas de verano es las ciruelas, las cuales verdes o amarillas son deliciosas para hacer agua fresca o para disfrutarlas así frescas, chupando el huesito.

Te las puedes comer con sal y chile cuando están todavía verdes. Ya maduras se pueden cocer en agua con azúcar para hacer el dulce de ciruela.

En casa de mis papás la forma más común de disfrutarlas es en agua: pones varias ciruelas maduras en agua y con las manos limpias, las estrujas dentro del agua, dejando los huesos y las cáscaras, agregas más agua y endulzas al gusto.

En Oaxaca acostumbran macerarlas en mezcal cuando todavía están verdes… y las dejan ahí 2 años… son increíbles! 😉

¿Tú cómo las comes?