A lo largo de 11 años del blog, he recibido muchos comentarios de ustedes, que una receta así no se hace porque su mamá le ponía otro ingrediente, o que está mal la receta porque ustedes la conocen de otra forma… Y lo curioso es que nadie está mal o bien.

La cocina con el tiempo evoluciona, los ingredientes cambian, el sazón lo pone quien cocina, los instrumentos con los que cocinamos también evolucionan (¿quién todavía usa metates en su casa?); y la verdad eso es lo que me apasiona de cocinar.

La receta de hoy está en proceso porque decidí unir 2 recetas muy parecidas: una que es la «tradicional» del dominio popular por así decirlo, con la receta de mi familia. Y esto me hizo reflexionar en este texto que ahora les comparto. (Esperen la receta al próximo viernes, porque resulta que debe reposar unos días)

Hace mucho tiempo un amigo me decía que yo debería cobrar porque la gente entrara al blog, pero le dije que no, que me gusta compartir lo que hago y aunque yo te dé una receta, el resultado final va a ser diferente según quien lo haga, los ingredientes que use, etc.

Y la verdad: ni yo sigo al pie de la letra las recetas que aquí les muestro; me gusta cambiar ingredientes, jugar con cantidades, sabores… y a veces el resultado no es bueno, pero para eso cocino, para divertirme y aprender.

Me gustaría saber su opinión! Así que dejen sus comentarios!!!!