Espero y no te hayas perdido los 2 artículos que escribí para la Revista Viva México (y si la respuesta es que sí te los perdiste, los puedes leer aquí -Tuxtla Gutiérrez y Palenque-), para que veas todo lo que se puede hacer en estos dos puntos de Chiapas! Y aquí te muestro una probadita de su deliciosa cocina!
Eso sí, de lo primero que conocí: el sitio arqueológico de Palenque… en una palabra IMPRESIONANTE!
Estas delicias que te muestro a continuación, las probamos en el Restaurante La Chiapaneca, donde se especializan en cocina de Chiapas y un poco de Tabasco, que al fin y al cabo comparten similitudes culinarias! Comenzando con el pejelagarto, fue la primera vez que lo probaba y me gustó mucho (y no, no me hizo alergia! jejeje) Después una sopa de chipilín y un pollo al achiote. Y ante tantas preguntas que les hice del pozol blanco, nos obsequiaron con éste… que es la preparación con el puro maíz, y acompañan con una barrita de dulce de coco… uff buenísimo!!!!
En el Aluxes Ecoparque vi estas lindas naranjas, en este parque conservan la fauna y vegetación de la selva chiapaneca… es impresionante estar ahí y darles de comer a los cocodrilos… 😉
En Finca Valle Escondido (un lugar donde puedes parar en tu camino a Bonampak) degustamos un buffet de cocina tradicional y no podían faltar ni los tamales ni los frijolitos negros! En verdad que estoy enamorada de estos dos preparaciones en Chiapas: son tan ricas y diferentes que en el resto del país!
Y en la entrada a la zona arqueológica de Bonampak me encontré estas bellezas para la cocina:
Por la noche nos quedamos en el Campamento Lacandones, y ahí nos ofrecieron de cenar unas ricas y diferentes quesadillas: la masa tenía yuca (y nadie se enteró jeje), queso estilo Provolone que hacen ahí en la región y unas enchiladas en mole tradicional regional. Como se pueden dar cuenta no fue una cena ligera, porque acompañamos con el tradicional tascalate: maíz, cacao, achiote y especias. Y si ya llegaste a leer hasta aquí, en este campamento fue donde hice rafting… sí, aunque no lo crean! jajaja (todavía no sé como lograron convencerme) adjunto una foto que tomó mi amigo Javier Campero.
Después de esa experiencia llena de adrenalina, nos dirigimos al Campamento Yax pepen, donde mis compañeros de viaje participaron del temazcal y yo tomé un delicioso desayuno de huevos a la mexicana… lo justo para reponer energías!
Ya de regreso a Palenque, llegamos a comer al restaurante El Huachinango Feliz, mis compañeros probaron este plato que ven primero, y del que no dejaron nada! Yo probé unas ricas puntas de filete de pollo al albañil. Este restaurante se caracteriza porque sus platillos son muy abundantes y es uno de los favoritos de los locales (así que ya saben: siempre está lleno).
Y el broche de oro fue en el restaurante Bajlum, del cual te conté en mi otro blog y te invito a leerlo: un restaurante que rescata los ingredientes que utilizaban los antiguos mayas… la verdad está como de proyecto de tesis de gastronomía! 😉
Sin duda vale la pena ir a Palenque y sus alrededores, aprendes mucho, te diviertes y comes DELICIOSO!!!
Tus comentarios: