Uno de los platos que encuentras en todo México, ya sea en una fondita, restaurante u hoteles de lujo, son las enchiladas o enmoladas. Y la verdad es que si el mole es rico, el platillo va a resultar fabuloso.
Tuve la oportunidad de comprar el mole negro que ven en la foto a unas personas que venían desde Oaxaca en una exposición gastronómica, y es algo que tienes que tener en el refrigerador: un buen mole; y los oaxaqueños son exquisitos!
Hice estas enchiladas o enmoladas, primero, calentando las tortillas en un poco de aceite, por ambos lados. A mí no me gusta freírlas en el aceite, y he descubierto que con un poquito de aceite (1 cdita) logras el mismo resultado de que se calienten y queden suaves.
A cada tortilla le pones un poco de mole, después las rellenas con queso fresco, revuelto con cebolla, y luego las bañas con mucho mole negro.
Para terminar, puedes decorar con ajonjolí o bien, como a mi me gusta mucho: con queso Cotija.
Por cierto, me recomiendan qué ver o conocer en Oaxaca? Pronto iré por allá!!!!
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