Esta receta la encontré en la revista Saveur y es originaria de Filipinas. Aunque su nombre podría indicar que es un pan salado, más bien es un pan de sabor neutro que puedes usar para acompañar el café o bien hacer unas hamburguesas o rellenar con jamón y queso.

La única indicación que cambié es la cantidad de harina requerida para hacerlos: dice 6 tazas la receta, yo acabé agregando 8 tazas y un poco más para terminar con la textura adecuada. Recuerden que no se debe de pegar a las manos o mesa la masa.

Otra característica especial del pan es que se pasa por pan molido antes de dejar que leven por última vez… les da un toque especial.

Va la receta

Pan de sal
20 panes

8 tazas de harina, más la necesaria
1 taza de azúcar, más una cucharada de azúcar
1 1/2 cdita. Sal
2 1/2 tazas de leche, calentada hasta que esté tibia
1 cdita. Levadura en polvo
4 cdas. Mantequilla sin sal, derretida
1 huevo
1 taza de pan molido

Mezclar la harina, la taza de azúcar y sal en un bowl. Reservar.

Mezclar en un bowl una taza de leche tibia junto con la cuchara de azúcar y la levadura. Tapar con un trapo limpio y dejar reposar unos 10 minutos, hasta que la levadura haya creado espuma. Agregar el resto de la leche tibia, el huevo y la mantequilla derretida, pero tibia o fría. Batir bien a integrar.

Poner en la batidora y con el gancho batir, agregando la harina a incorporarla de a poco. Cuando la mezcla no esté tan pegajosa estará lista. De preferencia amasar al principio en la máquina, pero cuando hayamos integrado el 80% de la harina, sacar y seguir amasando en la mesa.

Una vez que la masa esté suave, elástica y no esté pegajosa, procedemos a checar si al estirar un poco de ésta se crea una película delgada que no se rompa.

Dejamos reposar la masa en un bowl engrasado hasta que doble su volumen. Según la temperatura del lugar, podrá demorar de 1 hora a 1 hora y media o más.

Sacamos del molde y dividimos la masa en 4 partes. Cada una la vamos a estirar en rectángulos de 12 cm por 20 cm. Hacemos un rollito apretado de la masa y luego cortamos de este rollito 5 piezas. Uno de los lados cortados lo vamos a pasar por el pan molido.

Acomodamos en charolas engrasadas o con silpat y dejamos separados unos 5 cm. Entre cada uno de ellos. Dejamos reposar tapados con plástico autoadherible (un poco suelto para que pueda crecer la masa) y cuando hayan doblado su volumen, llevamos a hornear a 180°C hasta que estén dorados ligeramente, lo cual puede variar de 20 a 30 minutos. Dejamos enfriar sobre una rejilla antes de consumirlos.