Totopos y salsa

En la misma cuadra que Jaleo, sólo que enfrente, está Oyamel, el restaurante de comida mexicana, también del chef José Andrés.

Este restaurante también nos lo recomendó la chef Pati Jinich, y está catalogado como el mejor restaurante de comida mexicana en DC.

Así que no quisimos quedarnos con el antojo y fuimos!

Su carta también está pensada en porciones pequeñas y al centro para compartir.

Carta de Mezcales

Para comenzar pedimos mezcal! Solo y en este trago llamado Oaxacan Orange:

Mezcal

Para que empieces a botanear y mientras esperas tus platos, te ofrecen unos totopos y salsa. La salsa picosa y buenísima y los totopos se nota que los hacen ahí, nada grasosos y muy delgaditos.

Nos fijamos que tienen una barra donde preparan los ceviches y pescados, así que puedes sentarte ahí y ver cómo trabaja el chef. Pero por mi alergia no probamos nada de eso! Jiji!

Comenzamos con una ensalada de betabel y aguacate, hecha con aguacates mexicanos, betabeles rostizados, tomatillos verdes (eso sí que fue una revelación y le aportó un muy buen sabor a la ensalada), cebolla encurtida, jícama y aderezo de naranja. Deliciosa! Y creo que tendré que hacer pronto mi versión! 😉

Ensalada remolacha y aguacate

Después seguimos con unas chalupas de cordero en adobo, las cuales estában muy ricas!!! El adobo sabía a que lo había hecho la abuelita. Y las chalupitas, perfectamente fritas y crujientes!

Chalupitas

 

Probamos el tamal verde relleno de pollo bañado con salsa de tomatillo. Muy rico!
Tamal Verde

Después pedimos los chilaquiles verdes, que vienen en una sartén. Traen queso Chihuahua y salsa de tomatillos verdes. Estaban increíbles! Bueno, me atrevo a decir que mejores que en muchos restaurantes de México… y miren que no me gustan los chilaquiles aguados…

Chilaquiles

 

También pedimos unas papas bañadas en mole…
Papas con mole

El mole estaba MUY bueno, pero como que con papas a la francesa, no, nomás no… si hubiera hecho como una cazuela con rebanadas de papa sancochadas, tal vez hubiera estado más rico…

Lo único malo: comimos tanto que ya no pudimos llegar al postre! Jijiji!

Vale mucho la pena ir a este lugar… no soy de las que busque comida mexicana cuando no está en México, pero viendo lo lleno del lugar y las recomendaciones, creo que fue una buena idea. Alegra mucho ver que ahora sí se vende comida auténtica mexicana en las grandes capitales del mundo. Aunque da sentimientos encontrados que quien lo haga sea un chef español… pero bueno, paso a pasito, la gastronomía mexicana se va abriendo paso.

Y el dato curioso: al lado teníamos a dos señores de la India (traían turbante y toda la cosa), y estaban saboreándose un pollo en mole. Y se notaba que les encantó! Se me hizo interesante porque su comida también es muy especiada como la nuestra.