Tenía mucho tiempo que me llamaba la atención esta receta en el libro Cocina Esencial de México de Diana Kennedy.

Suena un tanto extraña la combinación de un chile relleno de calabacitas guisadas con queso y luego se ponen a dorar en mantequilla… pero creánme, vale la pena el esfuerzo!

Un plato ideal para los Lunes Sin Carne, aparte de que es muy económico. También lo pueden servir como un primer tiempo o una guarnición para un pescado o pollo.

La receta pide queso fresco, no indica de cuál… yo tenía a la mano queso de cuadro de Chiapas (normal y enchilado) así que le puse de ambos! 😉

Les dejo mi adaptación de la receta, para 1 persona

Chiles rellenos de calabacitas
1 porción

2 chiles poblanos pequeños, o uno grande
1 cdita. Aceite de oliva
1/2 ajo picado finamente
2 cdas. Cebolla picada finamente
1 calabacita mediana picada en cubos pequeños
2 cdas. Cebolla picada finamente
1 cda. Vinagre de vino tinto
El jugo de 1/2 limón
Una pizca de orégano molido
1/3 taza de queso fresco desmoronado
1 cdita. Mantequilla

Los chiles se asan, se pelan y se abren con cuidado para quitarles las semillas. Reservar.

En una sartén pequeña ponemos el aceite de oliva, y ahí sazonamos la mitad del ajo junto con las primeras 2 cucharadas de cebolla. Cuando la cebolla cambie de color, añadimos la calabacita, salpimentamos, tapamos y dejamos cocinar por 3 a 4 minutos, hasta que la calabacita esté al dente.

Sacamos de la olla, ponemos en un bowl y dejamos enfriar un poco.

Añadimos el resto de la cebolla y ajo, el vinagre, jugo de limón, orégano y queso. Revolvemos y con esto rellenamos los chiles, dejando espacio para que podamos cerrarlos con un palillo.

Calentamos la mantequilla y en ésta doramos ligeramente los chiles por todos sus lados.

Para emplatar ponemos hojas de lechuga y encima los chiles. Ponemos por encima lo que sobró de relleno.