En los últimos años he escuchado opiniones sobre estas dos fiestas, algunas demasiado puristas, otras más relajadas y otras neutras.

Cuando era niña, en Guadalajara sólo veías que algunas personas festejaban Halloween… de hecho, celebrar Día de Muertos en Guadalajara es algo reciente. Día de Muertos es una celebración más del centro del país, en especial con el vecino estado de Michoacán, pero no es algo jalisciense.

De unos años para acá he visto que en casi todo el país se quiere «rescatar» la celebración de Día de Muertos, peleando a morir con aquellos que prefieren celebrar Halloween…

Y después de viajar, leer y conocer un poco, creo que ambas celebraciones pueden coexistir. Ambas giran alrededor del mismo tema: la muerte, el más allá.

Para los que alegan que Halloween es algo gringo (estadounidense), déjenme platicarles que no, nació en Europa y sus orígenes son celtas, donde ellos (hace más de 2000 años) apagaban esa noche las luces esperando que la muerte no viniera por ellos; ya que se creía que esa noche los espíritus volvían a caminar por la tierra.

Cosa curiosa es que en la celebración de Día de Muertos se cree lo mismo: los espíritus vuelven por una noche para estar entre los vivos.

Yo con lo que me quedo es que me parece super interesante que dos culturas crean en el mismo concepto de que una noche en especial del año regresan los espíritus… unos se esconden y otros los reciben con gusto.

Y lo mejor de ambas: celebramos, compartimos y nos divertimos!

¡Y hay calabazas! 😉

Aquí en el link la receta para hacer pan de muerto!