Les voy a ser sincera, la verdad es que todo mi viaje a Oaxaca fue para ir a comer a este restaurante: Tlamanalli.

Ubicado en un hermoso pueblo, llamado Teotitlán del Valle, a unos 20 minutos de la ciudad de Oaxaca, es un pueblo dedicado casi por completo a la elaboración de tapetes de lana, y elaborados con técnicas ancestrales… que luego les contaré más de este punto.

Tlamanalli es el restaurante de Abigail Mendoza y sus hermanas y tenía muchos años queriéndolo conocer, sobre todo después de leer su libro. Lo que más me impresionó es que viajas a otro México… el que refleja su libro… tal cual… para conocer sobre Abigail, lee aquí

Bueno, después de pasear por el mercado y el templo (que también cumple años el mismo día que yo, 20 de octubre -nomás que el templo data de 1751- y ese día fui a Tlamanalli), a la 1 pm ya estaba en la puerta del restaurante (abren sólo de 1 pm a 4 pm). Una hermosa cocina abierta es parte del encanto de este lugar!

Te reciben con un mezcal y guacamole… eso para iniciar y abrir apetito!

El menú es corto, pero todo lo que preparan ahí es al momento y así te lo indican en su menú del día. Así que elegí una deliciosa sopa de flor de calabaza con quesadilla acompañada de chepiles que es una hierba que da un sabor delicioso… bueno, la sopa fue maravillosa en su sencillez y sabor!

Después pedí un mole zapoteco, el cual para mí fue toda una revelación porque trae pan… sí, pan con la salsa de mole con diferentes chiles y pollo. Como me dijeron que la porción era grande, les pedí si me podían dar la mitad y accedieron super amablemente… las hermanas Mendoza son super lindas y te atienden como si estuvieras en casa. El mole me encantó y más acompañado con tortillas recién hechas, super delgadas y deliciosas… creo que en este viaje a Oaxaca me enamoré de sus tortillas… nada que ver con las de la ciudad!

Por cierto, en su libro viene la receta del mole zapoteco, así que les enumero los ingredientes: chiles guajillos, chiles anchos, ajo criollo, pan, orégano, clavos, pimientas, comino y la proteína puede ser pollo o guajolote (los cuales los venden vivos en el mercado… me tocó verlo)

De postre un rico flan llamado Tlamanalli, elaborado con maíz y pintado con cochinilla… la consistencia era entre un atole muy espeso y un flan… un postre que jamás había probado! 😉

Vale la pena ir hasta Teotitlán del Valle! Fue el mejor regalo de cumpleaños! 🙂