Uno de mis chefs favoritos en el ámbito puramente gastronómico, es Daniel Ovadía… su historia de cómo comenzó con su primer Paxia y después ahora que tiene muchos más restaurantes es algo muy interesante, sobre todo porque sus primeros estudios profesionales no tenían nada que ver con la cocina… es más, ni comía en su casa cuando era pequeño (chequen el video que me encontré y aquí aparece)

A Daniel lo conocí en 2009 en una conferencia en Monterrey, y ahí recuerdo perfecto que mostró cómo hacer las quesadillas con mole, las cuales presenta con una copa de martini y el mole es servido caliente sobre una tablilla de chocolate que crea un vacío en el fondo de la copa… al calentarse el chocolate lentamente, todo colapsa y se mezcla… y aún más contenta porque años después pude probar dicha creación en su restaurante Paxia… lo curioso es que el aporte dulce que uno espera de mole está en las pequeñas quesadillas que acompañan al plato, éstas quesadillas crujientes están espolvoreadas con azúcar…. ¿y qué creen? Es algo muy común que se hace al servir enchiladas dulces, al menos en Sayula, Jalisco

Mole

Interesante ver cómo Daniel lleva su investigación a todo el país y lo aplica a platillos que presenta en sus restaurantes… porque él es un interesado de la gastronomía mexicana y siempre está buscando nuevas ideas, sabores y rescatar recetas antiguas, presentándolas de forma moderna y novedosa, pero siempre respetando el sabor y la tradición… cosa que no todos los chefs de hoy en día hacen.

Lasaña

Y luego la reinvención de platos clásicos de otras cocinas con lo nuestro, como su lasaña de chicharrón verde, que es eso: capas de pasta de lasaña con chicarrón verde…. una delicia absoluta (y que nosotros podemos preparar en casa con la receta de chicharrón de la mamá, abuela o tía… creo que la intentaré próximamente).

Cosas como estas, inspiran… o tal vez una lasaña con el picadillo que te hacía tu mamá de pequeño y que tanto te gustaba…   😉