Pues estrenemos libro de cocina! 2013 seguirá siendo un año para compartir recetas sabrosas y sigo con el dedo en el renglón de que mi blog sea para que todos aprendamos y ya saben que están invitados a compartir sus recetas (con su respectivo crédito).

Siempre he considerado que es importante seguir conociendo y estudiando sobre nuestra gastronomía, la educación gastronómica va desde saber técnicas, ingredientes, combinaciones, y lo que más se me hace interesante: la historia de los platos; todo tiene un por qué, las regiones y sus ingredientes determina lo que se cocina. Es la magia de nuestra gastronomía mexicana: una cocina de regiones, sustentable y de una riqueza inmensa!

Aparte de invitarlos a cocinar, también los quiero invitar a que si pueden, salgan de su ciudad y vayan a conocer las ciudades vecinas y sus costumbres; al viajar te das cuenta de las diferencias (pequeñas o grandes) en sus platillos. Este año pasado me tocó ver aquí en Querétaro las guajolotas… venden las tradicionales que es el bolillo con el tamal, pero también hay guajolotas que son bolillos rellenos de diferentes cosas (jamón, queso, etc) y luego van en salsa y las fríen… de lejos parecen pambazos! 😉

Bueno, vamos aprendiendo con la receta de hoy! Es la primera que hago del libro “Truly Mexican” de Roberto Santibañez que me obsequió P.

Un adobo muy fácil de hacer, sabrosísimo y que pueden usarlo para diferentes carnes, como salsa o para unas enchiladas. Yo lo usé con pollo, el cual asamos en la parrilla 😉

Adobo de guajillo básico

6 chiles guajillo, limpios, abiertos, sin venas ni semillas
½ taza de agua
1 diente de ajo
¾ cdita. Vinagre de manzana
1/3 cdita. Sal
1 pizca de azúcar
1 pizca de comino molido

En un comal ponemos a calentar los chiles por ambos lados, sólo a que empiecen a cambiar el color. Cuidado que no se quemen.

Poner los chiles en un recipiente con agua fría, a que los tape el agua y dejar remojar por mínimo 30 minutos. Escurrir y tirar el agua de remojo.

Licuar los chiles con 1/3 taza de agua y el resto de los ingredientes. Licuar hasta tener un puré (si hiciera falta ponemos más agua).

Usamos al gusto.

Se puede guardar en el refrigerador por 5 días o congelado hasta 1 mes.